código ético del departamento

CÓDIGO ÉTICO DEL DEPARTAMENTO DE SALUD DE VALENCIA, CLÍNICO MALVA-ROSA

 

El ejercicio de la Medicina actual requiere una continua toma de decisiones tanto desde un punto de vista técnico como ético. Por otra parte el permanente progreso tecnológico que incide sobre la Medicina y la complejidad de la Sociedad generan conflictos éticos de diversa índole que afectan a la relación entre profesionales sanitarios y ciudadanos.

Estos aspectos han servido como base para que la CBA del Departamento de Salud 05 de Valencia elabore este documento consciente de que la realización de buenas prácticas profesionales requiere una adecuada preparación científico-técnica y un comportamiento ético correcto.

Las directrices que han guiado este Código de Ética se basan en los siguientes criterios:

  1. Fundamentación en los principios básicos de la bioética, como son la autonomía, beneficencia, no-maleficencia y justicia.
  2. La promoción de una cultura organizativa orientada por una ética de la responsabilidad.
  3. La adecuada atención personal, social y comunitaria a los pacientes.
  4. La especialización correspondiente al Centro sanitario del Área 5, según la demarcación de la Consellería de Sanidad.

 

Principio 1

Proponemos como principio básico la defensa de la dignidad de la persona humana.

 

Principio 2 (fines de la medicina)

Consideramos que los fines de la medicina incluyen: conocer la naturaleza biológica básica de la enfermedad curar a los pacientes siempre que sea posible, cuidar a los enfermos, reducir el sufrimiento, mantener una aceptable calidad de vida, contando con la decisión del  paciente debidamente informado por el equipo asistencial, procurar la colaboración de las familias en el proceso. Estos fines   son los objetivos asistenciales de esta institución.

 

Principio 3 (Educación-investigación)

 Tenemos en cuenta que la necesidad inmediata de asistencia al paciente tiende a minimizar la importancia de la investigación biológica básica y en ocasiones clínica. Afirmamos que la investigación competentemente concebida, científicamente fundada y éticamente desarrollada establece un entorno de  aprendizaje, favorece un mejor desarrollo de la actividad clínica, aporta nuevos conocimientos y crea perspectivas reales para colaborar en la erradicación de las enfermedades favoreciendo además un balance positivo entre riesgos y beneficios.

 

Principio 4 (relación profesionales-pacientes)

Reconocemos en los profesionales que trabajan en esta institución tareas y funciones específicas; no obstante todos tienen el mismo deber de trato humano con los pacientes. A causa de estos vínculos vocacionales y personales cada uno de nosotros tiene obligaciones morales individuales respecto a cada uno de los pacientes.

 

Principio 5 (Apoyo emocional)

Queremos resaltar que el diagnóstico de ciertas enfermedades no significa únicamente la identificación de un cuadro clínico. El conocimiento de las mismas puede significar una carga potencial para los pacientes, que pueden sentirse seriamente traumatizados y para sus allegados que comparten en el plano material y emocional este impacto. Debemos ocuparnos de conocer sus actitudes, sus reacciones y sus sentimientos para ayudarles a adaptarse a la alteración de su vida.

 

Principio 6 (confidencialidad)

Afirmamos que los pacientes esperan que la información personal sea confidencial, aunque sus historias clínicas sean accesibles a todos los sanitarios relacionados con el proceso del enfermo. Toda la información debe ser registrada de forma responsable. El acceso a la misma también confiere una obligación moral. El acceso debe estar justificado y no debe lesionar los intereses del paciente. Por tanto debemos hacer un uso responsable y prudente, ateniéndonos a la nueva Ley de protección de datos e historias clínicas.

 

Principio 7 (toma de decisiones)

Remarcamos que las actividades especializadas del personal sanitario dan lugar a diversos niveles de función y toma de decisiones. Por ello es necesario afirmar la necesidad de demostrar un respeto mutuo y reconocer nuestra interdependencia sin interferencias como colaboradores responsables del bienestar de los pacientes. La toma de decisiones debe estar ajustada al nivel de responsabilidad, considerando, no sólo la actividad cotidiana donde la urgencia exige celeridad, sino otras actividades a medio o largo plazo donde es necesaria la formación-investigación.

 

Principio 9 (Uso responsable de los recursos)

Hacemos notar que el tratamiento y la investigación sobre las distintas enfermedades son costosos, por lo que requieren un uso consciente, responsable y prudente de los recursos. Al resolver los conflictos que se pueden plantear por el uso de los mismos se tendrán en cuenta los criterios éticos del presente código y la experiencia acumulada por el CBEA.

 

Principio 10 (Final de la vida)

El proceso de morir debe considerarse como una de las etapas a las que el equipo sanitario debe prestar una mayor atención. Pedimos una especial sensibilidad y formación para atender a personas en los momentos del final de la vida. El control de los síntomas y el acompañamiento deben ser los aspectos más importantes a tener en cuenta en  esta etapa.

 

Reflexión Final

Con el presente Código Ético estamos haciendo referencia a una forma de actuar y pensar que, por muy variada que pueda ser, pretende ofrecer un sistema de valores compartidos, juzgados como "buenos" sin que nadie los imponga, en una sociedad que se entiende a sí misma como plural, aconfesional y no ideológica.

Así presentado, el Código Ético tendrá que ofrecer siempre normas o criterios de alcance muy general y está llamado a ofrecer un conjunto de valores, principios y criterios que sirvan de guía para que se puedan adoptar con mayor facilidad decisiones de tipo ético práctico. Estas decisiones respetarán las diferentes valoraciones que cada uno pudiera tener, sin privilegiar unas sobre otras, sino atendiendo a una valoración consensuada y basada en valores y motivos.