El fenómeno de envejecimiento poblacional que se evidencia en las últimas décadas en los países desarrollados, hace que cobre cada vez más importancia el concepto de fragilidad. La fragilidad se entiende como una disminución de la reserva fisiológica y de la capacidad de respuesta ante situaciones de estrés que va a favorecer la aparición de deterioro funcional, discapacidad y otras complicaciones, como hospitalización, institucionalización o incluso mortalidad. La correcta identificación de esta situación nos permitirá́ detectar las causas subyacentes y así poder actuar de manera precoz y global sobre el paciente con el objetivo de detener la progresión de fragilidad a dependencia. Es por ello, que la evaluación de la fragilidad está siendo recomendada por distintas sociedades como una práctica habitual a realizar en las personas de edad avanzada, siendo ya una realidad en servicios de Urgencias de distintos hospitales de nuestro territorio nacional.
El aumento de la esperanza de vida y la mayor prevalencia de enfermedades crónicas son dos factores que van a relacionarse con un progresivo aumento de las visitas de los adultos mayores a los servicios de urgencias. Estas visitas van a estar motivadas generalmente por problemas de salud de mayor gravedad, que van a precisar más recursos en cuanto a realización de un mayor número de pruebas complementarias, mayor estancia en Urgencias, mayor tasa de hospitalización y por ende, de forma secundaria, contribuyen a la saturación de Urgencias. Supone pues, un reto para los actuales servicios de urgencias hospitalarios, realizar una necesaria adaptación de los mismos tanto en estructura como en estrategias de intervención para obtener los mejores resultados de salud posibles en las personas con fragilidad.
Se considera paciente frágil a todo paciente mayor de 70 años, que presenta cambios en los órganos y sistemas que le otorgan una pérdida de la reserva fisiológica. Conserva la independencia para las actividades básicas de la vida diaria (ABVD), pero ante un proceso intercurrente está en riesgo de sufrir deterioro funcional. El paciente geriátrico es el individuo de edad avanzada con pluripatología y polifarmacia, que además presente algún grado de dependencia para las actividades básicas de la vida diaria. Engloba aspectos médicos, psicológicos, funcionales y sociales de los cuales dista el mero término de anciano. Nuestra concepción de la fragilidad incluirá ambos tipos de pacientes, tanto el paciente que se encuentra en riesgo de perder su autonomía/independencia, como el paciente ya dependiente por su condición clínica y/o edad avanzada.
El modelo asistencial de los Servicios de Urgencia Hospitalarios busca dar respuesta a los procesos agudos que presentan los pacientes, obteniendo los mejores resultados en situaciones de “un paciente, una enfermedad”. Sin embargo, ésta es una situación que escasamente se va a dar en el paciente de edad avanzada o frágil, en el cual va a ser necesaria una valoración multidimensional y no centrada únicamente en el episodio clínico actual.
Las BASES de la Unidad de Fragilidad en el servicio de Urgencias del Hospital Clínico son:
- Realizar una valoración geriátrica integral adaptada a Urgencias, lo más precozmente posible, en pacientes frágiles que consultan.
- Mantener a los pacientes en un entorno adaptado para prevenir los síndromes geriátricos incidentales durante su estancia en Urgencias.
- Garantizar que todos los pacientes que puedan beneficiarse de alternativas a la hospitalización puedan ser dados de alta.
- Salida precoz, evitando estancias prolongadas.
El OBJETIVO general de este programa será el proporcionar una atención integral, multidisciplinar de alta calidad, centrada en el paciente vulnerable o frágil, aplicada de manera universal y estandarizada desde el primer contacto con el Servicio de Urgencias. Dentro de los objetivos específicos encontraremos:
- Mejorar la calidad de la atención del paciente frágil y geriátrico, evaluando y reforzando su atención, y con ello:
- Aumentar la seguridad del paciente.
- Mejorar la resolución de sus procesos.
- Detectar síndromes geriátricos.
- Formar al personal sanitario, médicos y enfermeras, en la valoración geriátrica integral de estos pacientes.
- Mejorar la satisfacción del paciente y familiares, a la vez que la del personal sanitario del Servicio de Urgencias, consiguiendo disminuir la sensación de sobrecarga del trabajo con un plan de actuación claro establecido.
- Mejorar el drenaje de pacientes del Servicio de Urgencias, gracias a disminuir los ingresos hospitalarios, la saturación de Urgencias y la tasa de retorno a Urgencias.
El DISEÑO planteado en nuestro Servicio de Urgencias es el siguiente:
- Desarrollo de un circuito adaptado de valoración en Urgencias, con acompañamiento permanente del familiar en todas las áreas.
- Identificación de los pacientes frágiles, con la utilización de la escala ISAR >1 y alguno de los siguientes items:
- Dependencia cognitiva o funcional, derivado desde UHD, circuito ECA o centro sociosanitario.
- Paciente paliativo o en situación de últimos días.
- Delirium o síndrome confusional establecido.
- Reingreso en Urgencias tras alta hospitalaria/urgencias en la última semana.
- Detección de síndrome geriátrico y que previo al alta se beneficiaría de gestión por fragilidad.
- Evaluación y atención reforzada por parte de la Unidad de Fragilidad:
- Valoración de la situación basal del paciente.
- Últimas asistencias en Urgencias y/o hospitalizaciones.
- Cumplimentación de las escalas de Valoración Geriátrica adaptadas a Urgencias.
- Conciliación de la medicación.
- Consulta de documento de Voluntades Anticipadas en VOLANT, si existiera.
- Evaluación y prevención de los principales síndromes geriátricos (delirium, caídas, polifarmacia, aislamiento social).
- Recomendaciones de actuación mientras el paciente se encuentre en el Servicio de Urgencias:
- Plan de cuidados adaptado BED2.
- Evaluación y prevención de las potenciales causas de delirium.
- Desarrollo de protocolos específicos adaptados a nuestro entorno para la evaluación y/o prevención de los grandes síndromes geriátricos.
- Establecimiento de circuitos de derivación seguros y eficaces como alternativa al ingreso hospitalario (UHD, centros residenciales, Trabajador Social, Atención Primaria, Gestión de casos).
- Formación del personal sanitario en la valoración geriátrica de estos pacientes.